martes, 30 de agosto de 2011





Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad

cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones dnde desfilan egos inflados.

No tolero a maniobreros y ventajeros.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para

apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso

cargo.

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.

Que sepa reír, de sus errores.

Que no se envanezca, con sus triunfos.

Que no se considere electa, antes de hora.

Que no huya, de sus responsabilidades.

Que defienda, la dignidad humana, y que desee tan sólo andar del lado de la

verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas.

Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves

en el alma.Sí.

Tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan.

Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.




"La felicidad real no depende de cosas externas. La clase de felicidad que se queda contigo proviene de tus pensamientos y emociones. "